Omara Portuondo

Omara Portuondo nació el 29 de octubre de 1930 en el barrio Cayo Hueso de La Habana, Cuba. La ausencia de un tocadiscos en su hogar no fue un impedimento para que ella y sus dos hermanos disfrutaran igualmente de la música. Omara creció escuchando cantar a sus padres y muchas de aquellas mismas canciones son las que aún hoy forman parte de su repertorio.

Su carrera en el espectáculo comenzó acompañando a su hermana Haydée al famoso cabaret Tropicana donde trabajaba como bailarina. Un día, Omara - que conocía a la perfección todas las coreografías - recibió el ofrecimiento para sumarse a ese cuerpo de baile con motivo de la renuncia de una de sus integrantes, y ella no desaprovechó la oportunidad. Paralelamente a su performance como bailarinas, las hermanas Portuondo cantaban temas de jazz y de a poco se fueron haciendo de un nombre entre los músicos cubanos que darían vida a un movimiento llamado "filin" (por "feeling", palabra inglesa que en castellano significa "sentimiento") y que estaba basado en una versión "cubanizada" del bossa nova combinado con el jazz americano.

Junto al Cuarteto de Orlando de la Rosa recorrió durante seis meses Estados Unidos y de regreso a Cuba se incorporó a un grupo vocal femenino llamado Las Anacaonas. Poco tiempo después, integró el cuarteto Las D´Aida con el que realizó varias giras por Estados Unidos, compartiendo escenarios con artistas de la talla de Edith Piaf, Pedro Vargas, Rita Montaner y Nat King Cole, entre otros.

En 1959 apareció Magia negra, el álbum debut de Omara Portuondo. Para ese entonces, las relaciones diplomáticas entre Fidel Castro y los Estados Unidos habían llegado a su fin y mientras Haydée decidió marcharse a Miami, Omara se estableció en La Habana y continuó con su carrera solista. Durante la década del setenta desarrolló una gran actividad, realizando presentaciones en Francia y Japón. De los ochenta vale destacar sus grabaciones junto a Adalberto Alvarez y ya entrados los noventa causó sensación con el disco Desafíos, a dúo con Chucho Valdés. De todos modos, el reconocimiento mundial llegó en 1997 gracias a su participación en el álbum titulado Buena Vista Social Club.

Mientras Omara se encontraba grabando un trabajo propio fue invitada por los productores de aquel proyecto a grabar el bolero "Veinte años" junto a Ibrahim Ferrer. La relación siguió adelante, y tras participar en Buena Vista Social Club presenta a Ibrahim Ferrer, se lanzó el tercer disco de la serie titulado Buena Vista Social Club presenta a Omara Portuondo. Esa producción discográfica la catapultó hacia el estrellato y de ahí en más emprendió sucesivas giras por Japón, Bulgaria, Checoslovaquia, Alemania, Francia, Italia, Suiza, España y toda América.

Gracias a una voz privilegiada y a un repertorio que homenajea constantemente a la más tradicional música cubana, el nombre de Portuondo no sólo ganó un respeto supremo en todo el planeta sino también un lugar al lado de grandes cantantes como Ella Fitzgerald, Sarah Vaugahn, Olga Guillot y Celia Cruz.

Como una manera de no olvidar sus orígenes, aún hoy realiza presentaciones en el Tropicana, el Café Cantante, el Delirio Habanero y demás locales de mucha historia de la capital cubana.